LA TUTORÍA

EL ROL DEL TUTOR Y SU VALOR EN LA EDUCACIÓN

El rol del tutor ha cambiado a lo largo de los años, evolucionando significativamente, sobre todo con la aparición de las TIC. Su figura no está centrada solamente en la transmisión de conocimientos, sino que va más allá, siendo su papel fundamental para trabajar ocmpetencias sociales, personales, emocionales y didácticas. El tutor debe estar preparado adecuadamente para tratar además de con los alumnos, con las familias y el centro además de dominar el manejo de las TIC y organizar y gestionar los contenidos de los estudiantes

El tutor o tutora debe tener un perfil que cumpla con las cualidades necesarias e ideales para que su trabajo tenga un resultado fructífero y consiga el éxito de los estudiantes. Debe escuchar, ser auténtico, tener empatía y liderazgo, además de equilibrio y madurez personal. Esto es fundamental, ya que una de las funciones esenciales del tutor es la comunicación. Es por ello que debe entender la cultura y la actualidad para poder producir la mecha que impulse el cambio social y mejore la convivencia y la disciplina democrática del aula. 

La finalidad de la tutoría, como fin interno de los deberes docentes, consiste en que los procesos de enseñanza y aprendizaje estén adaptados y personalizados y que, además, el resto de profesores y la familia esté al tanto de todo lo que el menor realiza y de todas sus evaluaciones. El tutor debe trabajar estrechamente con el Departamento de Orientación para poder atender la diversidad de sus alumnos y tratar posibles trastornos de conducta.

Con los alumnos debe trabajar diferentes áreas que no tienen que ser necesariamente materia teórica de las asignaturas fijas, como por ejemplo, los hábitos y técnicas de estudios, la mejora de la convivencia, la meditación, el desarrollo crítico, emprendedor y creativo.... Por otro lado, con las familias debe actuar como mediador entre las mismas y el centro. Las reuniones grupales e individuales son fundamentales para conocer a las familias, sus situaciones personales y cómo guiar correctamente la educación de cada uno de los estudiantes. Además, es importante no presentarnos como unos rivales en la educaicón de sus propios hijos o menores a cargo, sino una ayuda con la que guiar dicha educación,  a modo colaborativo. Finalmente, en respecto al centro, debe tener una estrecha relación con el resto de profesores, coordinando las actividades, curríclulums e información necesaria.

ENTREVISTAS

En las tutorías es fundamental no invadir las privacidades del hogar y tener precaución con los comentarios que podemos realizar hacia las familias. Tener a las familias de nuestro lado es fundamental para el éxito educativo. Evitar desocntextualizaciones e intentar mantener la calma y explicar todo con tranquilidad puede llevarnos muy lejos como tutores y conseguir resultados muy positivos. Para entrevistarlos lo ideal es crear un ambiente seguro, transmitiendo confianza y extraer ideas positivas antes de las negativas. La empatía es fundamental. 

Los objetivos de dichas entrevistas son:

1. Conocer a los alumnos y sus características propias
2. Seguimiento del alumno personalizado
3. Adaptar las programaciones y evaluación
4. Coordinarse con el resto de docentes que impartan enseñanza a los mismos alumnos
5. Implicar a las familias mediante tutorías
6. Elaborar tareas y planes de orientación y colaboración
7. Atender las Necesidades Especiales Específicas trabajando con el orientador para buscar los mejores recursos
8. Correcta convivencia en clase
9. Favorecer a la promoción del alumnado
10. Mediar en contextos de conflicto entre el alumno y la familia, centro, otros alumnos o docentes.

CONOCER AL ALUMNO

Para conseguir todos esos objetivos no solo es importante conocer a las familias, sino a nuestros propios alumnos. Tener conciencia de sus intereses, autoestima, carácter, valores, situacón y capacidad cominicativa es fundamental. 

Es por ello que he realizado un vídeo explicando este tema con un toque personalizado y cómico:

PLAN DE CONVIVENCIA

Consiste en un documento que detalla los objetivos, normas y las estrategias para que en las aulas reina la convivencia pacífica y positiva. 

La resolución de conflictos y un sistema de disciplina es fundamental para la convivencia, además de tener en cuenta la diversidad. Los profesores deben estar formados en estos aspectos y contar con recursos humaos como educadores familiares, orientadores...

Es fundamental elaborar normas y reflexionar junto con nuestros alumnos sobre las peleas, agresiones, cómo dialogar, cómo fomentar habilidades afectivas... Algunas de las normas básicas, por ejemplo, pueden colocarse en carteles y firmarlas todos los componentes de la clase para cumplirlas: respetar el turno de palabra, conversar tranquilamente, dialogar o votar democráticamente pueden ser algunas de las iniciales. Lo ideal sería que ellos mismos puedan poner estas normas y las creen ellos para evitar la figura autoritaria del profesor. 

La implementación de "mediadores" puede llegar a ser una medida positiva. Esto consiste en que un par de niños de cada curso lleven unos chalecos que los distingan de los demás durante los recreos algunos días a la semana para que, si algún alumno tiene un problema o pelea, pueda asistir a ellos. El mediador deberá rellenar un informe sobre el problema reuniéndolos y haciendo preguntas como "¿Qué ha pasado?", "¿Cómo podemos solucionarlo?" o "¿Cómo te has sentido al respecto?" y finalizar firmando un tratado de paz. Que un niño o niña de la misma edad pueda ayudar a solucionar el problema simplifica las emociones por el miedo a enfrentarse a un profesor y ayuda a todos a desarrollar habilidades sociales y de resolución de conflicto.